De Ayunos: Un Viaje Pagano (Parte 14)

Esa tarde le mostraste un texto que siempre fue suyo. Sentado, junto a su cama, detrás de una cortina le contaste cómo lo escribiste. Sabías que ahí estaba y es probable que también él. Antes de tu arribo (porque los minutos nos sobrepasan), se había marchado. Pero tú le dijiste que ese certificado era suyo, escrito por ti bajo sombías circustancias. Abriste la puerta y, sigiloso, detuviste tu voz, esperabas que fuera el principio, así como cuando se crea, y en seguida la explosión; así como cuando se crea y el instante anterior es blanco, puro, así esperabas que fuera el inicio, porque aún bajo el albor y la dicha tenías la ilusión de encontrarlo ahí, en su cama. Le cantaste bajo la invocación de Afrodita, quien limpió tus labios y esparció el aroma de un vino nuevo. Esa tarde, bajo un cielo que pincelaba unas pequeñas nubes, le dijiste en breve poema cuanto le amabas... Él ya lo sabía, pero se había marchado.

Pero canta, oh, musa, canta y llévale a su nave estas letras, estas líneas aturdidas y suaves; déjaselas en un canasto tibio de lirios arenados; dile con dulces gestos cuan exhausto ha sido el camino, y cuida a las niñas delicadas que colocan azafranes en su frente. Cántale, musa de adioses, de puertos grises, cómo este pequeño laúd aún navega en los extendidos brazos de Posidón y trae de vuela en las aguas un delicado lirio que le consuele bajo tan infinita noche.


¡Mi Número Mágico!
Mi Sonrisa Polar, Ausencia de Nubes y Despilfarro de Estrellas,
Mi Estancia en el Lugar de Nadie, en la Ventana Llameante y un Sorbo de Gas Lacrimógeno,
Lanto Por Ti y Por los Dos, Porque Aún Nos Vigilan Desde Cabinas Telefónicas Esas Extrañas Cuentas Que Ennumeran Nuestras Soledades y Abismos,
A Ti, Niño de Edades Incalculables, Espina Diamante en el Tallo de la Rosa Incauta, Insólita Parte Anhelada Por Mí,
Te Digo Ahora, Desde Mi Estancia en Plutón, En Esta Habitación Absurdamente Verde y Bajo El Efecto de una Venus, de una Golden Star y la Mitad de Un Mercurio Desbordado...
Te Digo, en Mitades de Palabras y En Sonrisas Dobles, Triples, Exágonales y Cuadriláteras...







¡TE AMO!





Yo, El Primer Dios Cavernario (Rito Por Mí Al Atardecer: Sangre de Lobo y Búfalo Al Rededor De la Hoguera).

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