Inconcluso

Yo nací para la noche, para cobijar un puñado de capullos de mariposas mediterráneas. Yo nací para ser visto con un telescopio, para ser localizado con un radar, para ser tocado con un guante; nací para obtener de cada amanecer sólo el murmullo del vaho; naci para refrescar con la agitada brisa de media noche, para decir los mensajes de los viajeros entre los cabellos de la amada. Yo nací para ser torturado por cartas íntimas de mis amantes, quienes enrabietados me desmoronarían en cenizas cada que les llamara por la palabra "perdón". Nací para pararme en cada esquina vestido de dinosaurio, de minisaurio, exigiendo con una campana el perdón de las autoridades divinas que anticipan el día final; vestido de dinosaurio para esperar que sólo me tiren a topes cuatro borregos grises. Nací para denominarme con palabras oscuras escritas en color negro...