Poema para una noche de agosto



Luces
Para Ozmar E. Winkler

Hoy miré tus brillantes lágrimas
sumergirse entre mi vida.
Hoy como sonidos de alfileres plateados
cayeron sobre mis pupilas desorbitadas.

Tomé la oscuridad como abrigo,
como almohada y casa de sueños.
Y mientras el dulce caer de tus luces
fue el silencio desconcertado de mi alma,

de mi alma helada y crepuscular.

Tomarnos tan alto, tan arriba
abandonar estas lagunas,
evitar absorber dolor y fatiga
volar hasta donde nos lleve,

hasta reventar como un globo escarlata.


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