2 de octubre no se olvida
"2 de octubre no se olvida": una de las frases más populares en México, dicha muchas veces en las manifestaciones contra el gobierno; representa la indignación y la lucha anarquista.
Cuando pienso en el 2 de octubre no sólo me viene a la cabeza que es mi cumpleaños y que envejezco. No. Cuando lo hago de ese modo me viene a la cabeza una escena de la cual no tengo un recuerdo, pues entonces mi mente divagaba y en realidad era un recién nacido al todo: imagino a mi madre a las 17:00 dando a luz a su primogénito en una clínica del Seguro Social, imagino que es de tarde y aunque empieza el frío otoñal, el sol es cálido y se refleja en el cielo en un atardecer naranja. Imagino que así nací, que así dí mi primer sollozo y que después no era posible detener mi llanto, hasta que me llevaron a los brazos de esa mujer de nombre María Cristina. Imagino los nervios de mi padre aún hippie, su alegría y a la vez su incertidumbre, pues significaba un nuevo movimiento, casi repentino en la vida. Imagino que está en la sala de espera, con mis abuelos -quizá- y uno o dos tíos. Imagino cuando le dijeron que era niño y también imagino que empezaba a planear los nombres (casi todos con referencias futbolísticas). Imagino que se hizo de noche, que él o una de mis tías (hermana de mi madre) se quedaron a velar y que uno o dos días después me llevaron a la casa de mis abuelos paternos. Imagino que esta fecha es una de las más importantes en su vida y que cada que llegamos a ella les vienen a la cabeza todos esos recuerdos que para mí son fantasías.
Y de ese 2 de octubre recuerdo hace diez años cuando mi grupo favorito lanzaba uno de sus materiales más esperados y también recuerdo lo importante que se ha vuelto para mí y el canal que me brindaron (sí, sé que no es esta la intención, pero soy aprehensivo) para extraer momentos oscuros de mi interior. Recuerdo aquellas veces en las que después de una manifestación para recordar la matanza de Tlatelolco íbamos a celebrar mi cumpleaños, casi de forma intrascendente; o cuando mis amigos de prepa o facultad me entregaban un pequeño obsequio; recuerdo que siempre me he autorregalado algo, recuerdo que una de esas veces fue un Tigger y que una amiga de la prepa se lo apoderó y jamás volví a saber de él; recuerdo todas las tarjetas, todos los chocolates, globos, condones, ropa interior, alcancías, camisas (camisones), pantalones cholos, pulseras, collares, carteras, discos, roperazos, libros, peliculas, pinturas, fotografías, artesanías, llaveros, bolígrafos, semillas y demás objetos que he recibido...
Vivo agradecido después de este tiempo largo, casi imperceptible por el que he pasado. Le agradezco a mi familia, a mis amigos, amantes, casi amantes, alumnos, desconocidos y todas esas personas que han estado y están cerca de mí, que no sólo celebran este día sino todos los días de mi existencia con una expresión, con dos o tres palabras, cuando me consideran para un momento o cuando únicamente piensan "no lo he visto", cuando salgo en sus palabras casi por casualidad... les agradezco esa cercanía.
Hoy es 3 de octubre, pero 2 de octubre no se olvida, no se va de mi memoria ni se van las memorias que se almacenan en mi pequeña pantalla interior.
Cuando pienso en el 2 de octubre no sólo me viene a la cabeza que es mi cumpleaños y que envejezco. No. Cuando lo hago de ese modo me viene a la cabeza una escena de la cual no tengo un recuerdo, pues entonces mi mente divagaba y en realidad era un recién nacido al todo: imagino a mi madre a las 17:00 dando a luz a su primogénito en una clínica del Seguro Social, imagino que es de tarde y aunque empieza el frío otoñal, el sol es cálido y se refleja en el cielo en un atardecer naranja. Imagino que así nací, que así dí mi primer sollozo y que después no era posible detener mi llanto, hasta que me llevaron a los brazos de esa mujer de nombre María Cristina. Imagino los nervios de mi padre aún hippie, su alegría y a la vez su incertidumbre, pues significaba un nuevo movimiento, casi repentino en la vida. Imagino que está en la sala de espera, con mis abuelos -quizá- y uno o dos tíos. Imagino cuando le dijeron que era niño y también imagino que empezaba a planear los nombres (casi todos con referencias futbolísticas). Imagino que se hizo de noche, que él o una de mis tías (hermana de mi madre) se quedaron a velar y que uno o dos días después me llevaron a la casa de mis abuelos paternos. Imagino que esta fecha es una de las más importantes en su vida y que cada que llegamos a ella les vienen a la cabeza todos esos recuerdos que para mí son fantasías.
Y de ese 2 de octubre recuerdo hace diez años cuando mi grupo favorito lanzaba uno de sus materiales más esperados y también recuerdo lo importante que se ha vuelto para mí y el canal que me brindaron (sí, sé que no es esta la intención, pero soy aprehensivo) para extraer momentos oscuros de mi interior. Recuerdo aquellas veces en las que después de una manifestación para recordar la matanza de Tlatelolco íbamos a celebrar mi cumpleaños, casi de forma intrascendente; o cuando mis amigos de prepa o facultad me entregaban un pequeño obsequio; recuerdo que siempre me he autorregalado algo, recuerdo que una de esas veces fue un Tigger y que una amiga de la prepa se lo apoderó y jamás volví a saber de él; recuerdo todas las tarjetas, todos los chocolates, globos, condones, ropa interior, alcancías, camisas (camisones), pantalones cholos, pulseras, collares, carteras, discos, roperazos, libros, peliculas, pinturas, fotografías, artesanías, llaveros, bolígrafos, semillas y demás objetos que he recibido...
Vivo agradecido después de este tiempo largo, casi imperceptible por el que he pasado. Le agradezco a mi familia, a mis amigos, amantes, casi amantes, alumnos, desconocidos y todas esas personas que han estado y están cerca de mí, que no sólo celebran este día sino todos los días de mi existencia con una expresión, con dos o tres palabras, cuando me consideran para un momento o cuando únicamente piensan "no lo he visto", cuando salgo en sus palabras casi por casualidad... les agradezco esa cercanía.
Hoy es 3 de octubre, pero 2 de octubre no se olvida, no se va de mi memoria ni se van las memorias que se almacenan en mi pequeña pantalla interior.
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