En espera de romperme

Cuando pierdo el sentido de la vida me aferro a pequeñas cosas como la risa de mi madre, el arribo de mi hermano o la fuerza de mi padre. A veces hay días, semanas que se alargan y punzan en cada momento, es cuando me doy cuenta cuán frágil soy y qué diminuto me puedo sentir. Pensar en la muerte a veces parece simple y otras es complicado, porque es como querer armar un rompecabezas al que le falta una pieza de arranque; es como permanecer entumido por un largo tiempo. No quiero decir que he pensado en la muerte y tampoco que no lo hago, porque lo hago y no. No sé cómo lo perciban otros ojos y no me importa, ahora continuamente hay cosas que ya no me importan, pero temo que un día de estos despierte y note que tampoco me importa mi existencia. ¿Cuándo lo perdí? ¿Cuándo me distancié del universo? ¿Cuándo perdí la comunicación con aquello que me exige pertenecer? No lo sé. Temo levantarme un día y sentir que definitivamente no pertenezco aquí, porque no sabré escapar. Hay días como hoy y como ayer, como hace siglos, que se me acumulan tantas lágrimas y, maldición, no pueden escurrir. Hay días como hoy en los que me siento perdido, olvidado, solo. Es probable que ya me haya reconocido como lo que soy y no lo quiera admitir. Alguien debió poner un punto fugaz, un sitio de escape que dijera "ésta es la salida, lárgate", todo sería más fácil. Mañana sólo será otro amanecer y yo estaré ahí como otro de los adornos en espera de caer y romperse.

Comentarios

L´anaia ha dicho que…
En el ultimo renglon enmarcas una sensación que por este momento tengo...

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