Seis cartas y una pregunta
La segunda carta (Soledad) muestra la figura de una persona que se encuentra sola, es una hermosa metáfora de la interioridad. Osho dice que la soledad no se elige, pero sí la forma de significarla. Puede haber soledad por abandono, porque una relación terminó o por un aislamiento; pero también existe otro tipo de soledad, la positiva, en donde la presencia es desbordante ya que es uno mismo quien llena el universo con ella, asimismo, la soledad involucra espera y quizá la llegada de alguien.
Esquizofrenia
"¿Debería soltar los brazos y caer de cabeza, o bien las piernas y caer de pie?"
Esta carta simboliza la toma de alguna decisión, y al mismo tiempo la duda que genera el haber decidido lo correcto. Sólo hay una forma de resolver el dilema: soltarse de los dos extremos al mismo tiempo. "El esfuerzo zen consiste en dejar de lado la esquizofrenia y la mentalidad dividida, en volverse uno". Entonces, la carta me muestra que debo tomar úicamente el camino que me marca el corazón y no dudar de ello, recibirlo con sus pros y sus contras. Soltarse sin saber cómo se caerá hará palpitar ese corazón que antes sólo latía por el temor, esta vez será por el conocimiento del resultado tomado.
He llegado a la mitad de la cuestión y se empieza a resolver el panorama: mi presente se ha marcado por la tendencia de adoptar una personalidad que no es la mía por ciertos condicionamientos. Esto me orilló a la soledad, a apartarme del mundo en espera de conocerme y abarcar el universo, pero no ha sido fácil soltarme de esa cuerda, me he quedado en un estado de seguridad, aunque me sostengo de dos posibilidades y mantengo esa tensión porque dudo de cómo será la caída, sin pensar que quizá no será una caída, sino una elevación, un vuelo, como el de las aves que aparecen sobre el cielo de la tercera carta.
La segunda parte de esta lectura se compone de tres cartas: Curación que en "Maestros de las emociones" corresponde al Rey del Agua; Lucha, que en Maestros de la mente representa al caballero de la nubes ; y Armonía, que dentro de los arcanos menores se sitúa en Agua, y son las emociones.
Por partes: Curación se refiere al momento de sanar las heridas de un cuerpo expuesto, ya que, como lo manifiesta el zen, "nadie tiene el interés de hacerte daño. Nadie está interesado en herirte intencionalmente; todo el mundo está ocupado en salvaguardar sus propias heridas". Entonces, ha llegado el punto del conocimiento y de no permitir que se me hiera, es momento de no vivir con la cabeza ni siquiera de escudarme, es momento de no permitir que lo negativo entre, de esta forma empezará a fluir la energía que no se ha sentido antes.
La carta anterior se une en sentido con la cuarta: Lucha, en donde aparece un hombre armado con temperamento explosivo y en espera de un combare. ¿Cuál? Es momento de dejar de pelear y de quitar la coraza, y quedar como el cuerpo de la carta Curación: al desnudo. Quitar ese escudo permite recibir el amor y el cuidado necesario.
Finalmente, cumplido lo anterior llegará la Armonía trasportada del corazón al tercer ojo, indicada en esta carta por la dulzura y delicadeza que refleja esta carta. Al final del proceso, la experiencia reunida por la receptividad se encuentra almacenada en lo profundo del corazón, maduro y listo para ser descubierto.
Es tiempo de movimiento, de darle sentido positivo a la soledad y verla como un medio de conocimiento, de saltar sin pensar en las consecuencias, de sanar y evitar corazas para llegar al punto que deseo: compartir mi corazón con los ojos cerrados, porque la experiencia me guiará y nada más será necesario.
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