Te busco en los satélites de Urano

Brota en ti el agua de un poema luminoso:

letras-luciérnagas lacónicas labiales,

lozanas palabras palpitantes perineales

se convocan

se convexan

se contornan

convulsionan

se contienen.

¡Tendedero de arreboles

los cuadernos de esta tarde!

Nace en ti el aliento poderoso

fragancia incorpórea ante mis ojos,

frases frutales que enfrasco y descifro,

endulzo

        y pellizco,

                    trituro

                y cocino,

        cuezo

y enfrío.

¡Mermelada cósmica en el pan de la vanidad,

en la octogenaria copla real!

Crece en ti un continente,

territorio siempre nuevo..

un mapa,

una planicie, una playa...

dunas en tu pecho

vivifica mi abismo

y oscilaciones,

y lúgubres vocablos...

Es tu piel la tiza de mis signos

el cubo de mis oraciones.

Es tu espalda tierra jamás descubierta sino por mis manos,

son tus piernas el permafrost de mis azahares

donde mis dulces colmenas silenciosas zozobran en las tardes.

Terrones musicales, tamiz lunar

terraformación para amansar la gravedad de mi tribulación.

Busco tu abrazo ardiente que me incendia la noche,

noche de incandescentes bestias

circundantes de mi ficción en esta almohada.