Un espejo



El universo es mi incertidumbre. Los amaneceres salvajes de mi existencia son un camino de espejos. Por las noches levito y grito desde todos mis adentros: soy un hombre. Soy un hombre y soy una ciudad. Ayer acudieron a mí antiguos dioses para tender sus historias sobre mis mapas. Soy un mapa con acantilados en sus orillas. Me asistes desde tu historia, colocas en mí tus basiliscos y tus joyas. Creí ser una historia que despertó en medio de la noche porque un sueño de tormenta rodeaba sus puertos. Me asistes como el hombre asiste al hombre que ama. Eres el espejo que necesito para no mirar al abismo, nos tomamos del cuerpo para salir de la grieta. Tomo tu torso. Es momento de despertar por las noches y recordar que mi historia no es oscura, sino luminosa y he llegado hasta aquí con los pies desnudos y los ojos siempre abiertos.

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